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jueves, 5 de noviembre de 2015

Maratón Lisboa 2015. Crónica y fotos

Hay mucho motivos para correr un maratón, unos más validos que otros, pero hay muchos. Por superación personal, por mejorar tu tiempo, por ayudar a otra persona a terminar, por una apuesta, por sentirte atleta olímpico por un día, por demostrar algo a alguien, por demostrarte algo a ti mismo, por saber que se siente, por entrenamiento para una prueba aun más dura y un largo etcétera. En mi caso, el motivo para correr la maratón de Lisboa, era conocerme a mi mismo. Aunque antes de correr, no sabía si iba a ser un acierto o un error. Hace tiempo leí el libro titulado El caballero de la armadura oxidada, es un libro que mientras lees, te vas analizando a ti mismo y descubres muchas cosas que mejorar. Se lee en poco más de una hora y yo ya lo he leído 4 veces, ya que cada vez que lo lees, encuentras cosas diferentes y con las maratones me pasa parecido. A mi nivel, que me va a golpear el muro al correr una maratón, es algo seguro, pero cada vez respondo diferente al golpe. Lo que quería conseguir durante esos 42km, era ver que me hacia seguir luchando esta vez, un autoanalisis a lo bestia. Lo primero que tuve que hacer antes de presentarme en la linea de salida fue matar el ego lo máximo posible, la ultima vez que me enfrente a la distancia hice una carrera prácticamente perfecta y tenia que asumir que esta vez no iba a ser así, que seguramente no habría tantas sonrisas como en Sevilla, ya que mi nivel de entrenamiento ha bajado drásticamente los últimos meses.



Los momentos antes de la salida, me emocionaron como ninguna vez antes, estaba solo, comenzaba a llover y la gente corría a resguardarse, pero yo permanecía bajo la lluvia. Si va a llover durante la carrera, ¿que más da empezar a mojarme un poco antes?. En todas las anteriores había compartido con más gente esos momentos iniciales, con alguno más de una vez, incluso sin saberlo. El otro día leí que a los géminis nos encanta estar solos, pero odiamos sentirnos solos, y lo cierto es que a mi me gusta mucho estar solo. Puede ser que esa sea una de las cosas que me permite este deporte, estar solo. Ya sea literalmente, corriendo a las 6 de la mañana para ver amanecer desde la playa, o rodeado de miles de personas, pero en el fondo solo, sin oír el bullicio, solo mis pensamientos. Las dudas y la incertidumbre empiezan a crecer dentro de mi, porque tengo miedo de no encontrar lo que he venido a buscar. He venido a por mi mejor yo, a por mi carácter, a por mi fuerza interior, pero...¿y si no lo encuentro? ¿y si me vuelvo a casa peor de lo que he venido?. Todo el que me conoce lo suficiente, sabe que soy un géminis de libro, tengo dos personalidades completamente diferentes y van aflorando a su antojo. El problema es que últimamente me cuesta conocerme, ¿será que me ha salido una tercera? Espero dejar las más débiles en el camino y descubrir la dominante al llegar a Lisboa.



Comienza la carrera en Cascais y deja de llover, hoy la dureza no la marcará el clima, será solo el asfalto. Empiezo a un ritmo que estimo oportuno, para rondar las 4h, pero no tengo ningún dato en el que basarme para saber si es un objetivo realista o no, solo lo que creo conocer a mis piernas y a mi corazón. El principio de la carrera es precioso, vamos bordeando la costa y vemos en todo momento un mar embravecido, como queriendo demostrar su fuerza interior al igual que los miles allí presentes.



Los primeros kilómetros de una maratón deben pasar como si nada si quieres llegar bien al final, pero en este caso incluso "los desprecio", estos kilómetros no me aportan nada a mi objetivo, simplemente son el camino que tengo que recorrer para llegar al muro. Me distraigo pensando tonterías, imaginándome en otra carrera futura, ese ironman que algún día tendré el valor de correr y sobre todo de preparar...Los kilómetros van pasando, voy bebiendo en todos los avituallamientos, quizás en exceso y empiezan a entrarme ganas de hacer pis. En otras carreras largas, las ganas siempre han desaparecido al seguir corriendo, pero esta vez llego a la media y las ganas continúan. Me hago a la idea de que antes o después voy a tener que parar y decido que mejor sea cuanto antes para quitarme el run run de la cabeza, además, si paro cuando este cansado ¿quien me garantiza que volveré a arrancar?



Después de parar, me invade la euforia al deshacerme de la molestia de tener que ir aguantando. Cada kilómetro que entra en el objetivo me da un empujón de motivación, Km 26 y me planteo incluso el "asalto a la maratón" me veo bien para intentar hacer una segunda media más rápida que la primera. Después de un par de kilómetros, decido reservar, no he venido a hacer ningún tiempo, lo que yo busco hoy, es lo que todos los que están a mi alrededor quieren evitar, el mazazo, el muro, ese momento mucho más súbito de lo que la gente cree, que te tira la mascara al suelo y te deja desnudo e indefenso.



Sobre el Km 30 empieza a correr a mi lado ya el tío del mazo, a pesar de que creía que me había dejado el ego en casa, me sale una vena arrogante y sonrío cuando empiezo a notar los primeros signos de flaqueza y digo para mis adentros, "por fin has llegado". La fuerza física empieza a escasear, pero en estos momentos, dejando atrás la praça do comércio, mentalmente me veo imparable. Hablo como si realmente hubiera un tío que me ha echado el ancla a la espalda y que quiere conseguir que abandone, salen frases como "hoy no vas a poder conmigo hijo de puta", " ya sé lo duro que eres y no es para tanto", "te recuerdo que te voy ganado 3-1, y hoy amigo, hoy, no vas a ganar".



Sobre el kilómetro 34, nos juntan de malas maneras, sin ningún aviso con los corredores de la media maratón, si siempre es difícil cuando hay dos distancias no perjudicar, esta vez está especialmente mal hecho. Yo llevo 34km, ellos 13 y me pasan como aviones. A mi me gusta morir en soledad, con intimidad, me estorban y empiezo enfadarme. No quiero que toda esta multitud me distraiga de mis pensamientos, quiero volver 5 minutos atrás donde estaba solo corriendo en la calle. Después de unos minutos consigo volver a centrarme en mi mismo y en mi conversación interior.



El recorrido que había empezado siendo precioso por la costa y en la entrada a Lisboa, ahora se convierte en un polígono lleno de charcos, que nadie parece querer pisar y se van como locos a la acera, yo no tengo ningún problema en cruzar por medio el primer charco, hasta que descubro que me cubre hasta el tobillo y al salir me pesan los pies. Cuando por fin consigo olvidarme de la gente, del recorrido, de los charcos y solo quedo yo luchando contra mi mismo, por fin encuentro lo que he venido a buscar. Una conversación muy fructífera que me deja claro que quien quiero ser es el que hace unos meses se enfrentó a pecho descubierto a la maratón, el que consigue no rendirse cuando todo duele y parece no merecer la pena continuar esforzándose, el que vence al frío, al cierzo y a la pereza por disfrutar de su deporte, el que madruga para correr en ayunas antes de un día sin tiempo para correr, el que sale a las 23h después de trabajar 8h y unas cuantas de universidad, el que se emociona con solo recordar sus carreras, el que sueña con tener el valor de convertirse en ironman... el que creo que en el fondo soy.



Los últimos kilómetros fueron realmente duros y me llevaron al limite de mis fuerzas. Descubrí que los impulsos nerviosos que mi cerebro manda a las piernas, primero pasan por el corazón, porque les di permiso a mis piernas para pararse más de 10 veces y lo cierto es que en ningún momento dejé de correr. Me decía a mi mismo: estás cansado, pero no para tanto, no como para tener que parar de correr. Incluso en el km41 me quise parar a andar, pero no podía pararme entonces, no hay nadie que no pueda correr solo un kilómetro. Finalmente entré en meta como siempre hago, pasando de una cara de dolor y sufrimiento a una sonrisa, lagrimas en los ojos y piel de gallina. El tiempo, que era lo de menos, terminó estando bastante cerca de lo esperado 4h2', señal de que me conozco bien a mi mismo.



Sobre los números ha sido la peor de mis cinco maratones, pero me parece que no la recordaré como tal, la recordaré con cariño, como una pequeña lección y como una pequeña forja del espíritu. Calentándome, lentamente, hasta alcanzar el rojo vivo y recibiendo los golpes que dan la forma final al material bruto, poniendo a prueba mi resiliencia.



Pd. para los más curiosos, amantes de los datos, os abro mi corazón, literalmente: https://connect.garmin.com/modern/activity/931648849

viernes, 9 de octubre de 2015

Maratón de Lisboa, ¿acierto o error?

Deportivamente hablando es un error, no hay duda. Desde la maratón de Sevilla he bajado muchísimo el nivel, los 200km mensuales no los veo desde enero. Pero ahora mismo creo que necesito correrla. Voy a pasarlo mal casi seguro y quiero ver lo que tengo dentro. No es masoquismo. Creo que todo lo contrario. Ahora mismo necesito ver si soy quien era hace unos meses y ahora estoy desdibujado o aquello era un disfraz y soy el de ahora mismo, porque lo cierto es que no soy la misma persona. Lo bueno que tiene una maratón es que es una experiencia de vida resumida en unas horas. En unos días descubriré qué es lo que me da fuerzas para seguir, o si no hay nada que me haga pelear cuando la maratón me golpee fuerte y no puedo terminar, quien sabe. De dos de mis anteriores maratones, recuerdo perfectamente lo que me hizo seguir corriendo y fueron cosas diferentes cada vez.  La cosa es sencilla, el domingo 18, me presentaré en la salida, rodeado de personas, pero solo en el fondo, conmigo mismo, cargado de dudas y emociones, que espero ir despejando kilómetro a kilómetro para llegar a la meta más ligero. 
Espero que durante esas cerca de 4 horas que yo estimo, me conozca un poco más a mi mismo, destruya un trocito más de ego y recuerde quien soy, cuando la maratón me quite la careta de un mazazo y solo deje mi verdadero yo. Si es así, será un acierto.


"El camino del guerrero es muy duro, no somos personas vestidas con kimono y hakama, si no fuera así, esto sería un baile de disfraces"  Carmelo H. Ríos

jueves, 1 de mayo de 2014

Rock 'n' roll Madrid Maratón 2014

          Después de unos meses de muchas dudas, de mucho reposo, mucho fisio y poco entreno, parece que la rodilla respeta y después de todo estaré en Madrid, cuando me preguntan que tal estoy, respondo como una grabación: "espero que no me duela la rodilla, intentare hacer  3:30" intentare hacer 3:30, intentaré hacer 3:30.... no sé cuantas veces lo dije las semanas anteriores pero lo decía como un autómata, porque conseguí convencer a todo el mundo menos a mi mismo, en mi fuero interno sabia que el día de la carrera iría a por más, por más que me lo repitiera a mi mismo, alguna neurona se resistía a obedecer y mantenía la idea de que aun desentrenado, debería de dar más.


          Realmente lo que más miedo me da es el no haber hecho el entrenamiento mental más que el entrenamiento físico, llevo varios meses sin decirle a mis piernas que hasta que no se cruza la meta no se para, se pongan como se pongan, necesito esa conversación interna en las tiradas largas prometiéndome y mintiéndome una y otra vez diciendo que solo un kilómetro más, solo un minuto más, solo una zancada más. La cabeza tiene un mecanismo de autoprotección que nos hace olvidar los malos momentos o por lo menos los suaviza, si echo la vista atrás me digo a mi mismo que podía haber apretado más en los kilómetros finales de la maratón de Zaragoza, que tampoco estaba sufriendo tanto y esto me hace creer que no sufriré. También el ego tuvo mucho que decir aquí, "¿cómo yo que he hecho una maratón en 3:20 voy a hacerla ahora tan lento?" ¿lento? ¿3:30 lento? haber acabado bastante entero y prácticamente en el tiempo objetivo en mi primera maratón me hizo confiarme y eso fue la preinscripción al club de "yo me la pegué en la segunda", el resto de la solicitud de ingreso la rellené en los momentos previos y al principio de la carrera.

          A pesar de no estar muy metido en la carrera el ritual de antes de dormir y el de desayunar si que los cumplo, aunque esté en Madrid, estoy en casa de mis tíos y al fin y al cabo es como estar en casa. Por la noche dejo todo preparado para no hacer mucho ruido por la mañana y sin ninguna prisa por dormir me tumbo en la cama con las piernas en alto, echo un vistazo al twitter y recibo los últimos consejos y mensajes de animo de una buena maratoniana, Isa (la morena de @BecomeFinisher ¿a qué esperáis para seguirlas?) y a dormir. A las 6 suena el despertador, mientras espero a Sergio(@Pitufollow) en la cocina parece que empiezo a ser algo más consciente de que en unas horas me enfrentaré a mi segunda maratón. El desayuno de siempre, los experimentos con gaseosa, ducha fría y el ritual de vestirse.


           A las 7 estamos cogiendo ya el tren para llegar pronto y evitar aglomeraciones e intentar vernos con algún tuitero al que no conocemos en persona antes de la salida. Al final se no hace un poco más tarde de lo planeado en el guardarropa y no llegamos a la quedada pero por suerte pude conocer a Ángel(@contadordekm), Esteban(@elraso76) y Alberto(@AlbBarrantes).



          Error nº1 del día, apretarme las zapatillas de forma diferente a como lo suelo hacer y demasiado fuerte, luego lo pagaré. Error nº2 torcerme el tobillo bajando unos escalones en el retiro y darme un buen susto gusto antes de la salida, a ver si ahora que parece que la rodilla da tregua me voy a cargar el tobillo. Después de deshacernos del exceso de liquido que hemos bebido en las horas previas, véase la meadita del miedo, Sergio y yo nos dirigimos al primer cajón casi sin calentar. Hace frío y yo llevo una camiseta encima que me quitare cuando entre en calor.


          Pistoletazo de salida, nunca he estado en una carrera tan multitudinaria pero la salida no es muy caótica y no nos arrastra la marea de gente, podemos llevar nuestro ritmo, la idea inicial es ir entre los globos de 3:15 y 3:30, el primer km sale un poco lento pero en seguida encontramos nuestro ritmo. en el km3 me quito la camiseta de calentamiento y se la tiro a unas fans que gritan como locas cuando me ven pasar(mentira), al principio se quedaron flipando.


          En el km5 me veo muy cómodo y veo que la rodilla no se queja y me intento acercar un poco al globo de 3:15 que nos ha ido cogiendo algunos metros.No me cuesta demasiado tiempo ni esfuerzo recuperar la distancia que me separaba y una vez en el grupo me noto frenado y quiero ir a más. Este ritmo es para el que entrene en mi debut y ya era un ritmo exigente para mi, sé que no debería ir tan rápido pero por algún motivo que sigo sin entender, sabia el error que estaba cometiendo pero no le ponía remedio, tanto es así, que entre el km10 y el 15 hago media de 4:16 (ritmo de 3h:00') la gente anima muchísimo en esta parte del recorrido y las piernas me van solas, con una sonrisa en la cara y mi cabeza va por libre, sigo sin poner remedio a este desgaste de fuerzas innecesario.


         Llega la media maratón y la paso en 1h:35' y aún voy bien de fuerzas pero me empiezan a doler los pies por haberme apretado demasiado las zapatillas y la rodilla parece que quiere molestar. En el km 25 Sergio se empareja conmigo y después de compartir impresiones durante unos metros sigue para delante, quiero seguirle y no puedo.


           Bravo Javier, km25 y ya te flaquean las piernas, eres un estratega consumado, el muro 10km antes que la otra vez. Bajo un poco el ritmo y durante un par de kilómetros eso me hace sentir mejor, pero por el km 30 los pies me están matando, ya empiezo a luchar mentalmente para no pararme porque cada pisada en el suelo es una tortura, me digo que el ritmo ya da igual, ahora el desafío es no pararme a andar, ya hemos entrado en la casa de campo y hay quien aprovecha para esconderse entre los arbustos para plantar un pino. Llega el km 32 cruzando el río y mis piernas se paran, camino unos metros y los ánimos del publico me hacen correr otra vez. Ahora ya no tengo ningún objetivo que me motive a seguir el carrera, el crono corre mas deprisa que yo y ya he parado a andar, decido que ya que me he parado, más útil seria parar para aflojarme las zapatillas un poco a ver si me alivia el dolor. En ese momento pasa un compañero andando lesionado y nos animamos mutuamente a correr otra vez pero su rodilla aun está peor que la mía y no consigue correr mas de medio kilómetro y me paro con él, ya que el me ha animado a arrancar ahora no quiero dejarle (mandamientos 7 y 9 del tractorismo) después de 2km de mucho andar y poco correr me dice que me vaya porque yo si que puedo correr más, de fuerzas va sobrado y piensa llegar andando sin forzar hasta el final así que me despido y me voy.


          En unos 2-3km deben de estar mis tios y mis primos para animarme así que nada de parar hasta donde estén ellos. Estos kilómetro me echo a mi mismo una bronca monumental, me estoy sometiendo a mi mismo al peor castigo físico que he sufrido hasta ahora por esa puta "estrategia" suicida, estoy sufriendo innecesariamente, ya me ha pasado el globo de 3:30, ese que me parecía tan "lento" antes de la salida, que boca más grande. Me digo a mi mismo que cuando me den la medalla no la tendré a la vista, ira al fondo de un cajón porque este maratón no cuenta, a un maratón se viene a correr no a andar. El dolor de rodilla se va acentuando a cada kilómetro que unido al de los pies está convirtiendo la carrera en un calvario y por si fuera poco estos kilómetros son todos en subida, llevo cara de sufrimiento, me caen lagrimas de dolor, de impotencia, de rabia, de frustración pero sigo avanzando, llega un momento en el que me hago a la idea de que ya no voy a ver a mis tíos, como estoy tardando mas de la cuenta habrán ido ya a meta creyendo que ya he pasado, sin esa motivación y con una cuesta arriba enorme ante mis ojos vuelvo a parar a caminar unos metros, pero ya estamos en el km40 así que mi objetivo es correr solo esos 2km y 195m, consigo llegar a meta sin parar y al final con un tiempo de 3:48:33, la tortura se ha acabado. Aunque haya terminado, Madrid me ha ganado, me ha bajado los humos y me ha demostrado la insignificante que soy ante la grandeza del maratón.


          Con el paso de las horas y los días me he perdonado a mi mismo, si es verdad que el planteamiento de carrera fue una locura, pero lo que más la puso cuesta arriba fue la rodilla, un mes antes no pensaba que fuera a poder correr, no estaba en las mejores circunstancias para un maratón y seguramente sin dolores podría haber corrido toda la carrera. De todas formas me queda un sentimiento de revancha, no el año que viene, pero volveré a Madrid y reiré en los kilómetros que me hicieron llorar.









domingo, 30 de marzo de 2014

Cintilla iliotibial, yo te maldigo

          Hace mucho que no escribía una entrada y es porque llevo sin pincharme un dorsal desde la san silvestre y poco estoy corriendo últimamente, os voy a resumir lo que me pasa, echemos la vista atrás. 

          Los exámenes de febrero me hacen empezar el plan especifico para Madrid un poco tarde y estoy que me subo por las paredes con ganas de salir a entrenar fuerte. Por fin termino y lo celebro con una tirada de 23km rodeando Zaragoza con la que acabo muy contento.


          Al día siguiente salgo otra vez a correr y desde el kilómetro 1 una molestia en la rodilla, no le doy demasiada importancia y completo 13km en los que la molestia se convierte en dolor y no desaparece en ningún momento. Al día siguiente incluso cojeaba un poco, aprovecho que tengo un viaje a ver a un amigo para darle 10 días de descanso a la rodilla. Al volver parece que el dolor ha desaparecido y quitando alguna molestia, me permite hacer una buena semana de entrenos incluyendo una dura sesión de series, pero es un espejismo, la semana siguiente vuelve el dolor. Hago un par de entrenos cortos y lentos pero a las 10 minutos empieza el dolor y acabo sufriendo, pero no es hasta el domingo cuando me digo a mi mismo que esto no puede seguir así.
          Me toca entrenar una media maratón a tope, no sé para que ritmo estoy y no sé si la rodilla me respetará. La idea es empezar a 4:15 el kilómetro y en el 10 tomarme un gel y si me veo con fuerzas apretar un poquito más. Parece que el dolor no aparece, soy optimista, a lo mejor correr rápido le viene bien a la rodilla (me suele resultar más fácil hacer una buena zancada cuanto más rápido voy) pero en el km9 el dolor me dice que está ahí y que piensa quedarse hasta el final. Intento no hacerle caso y mantengo el ritmo que pensaba hasta el 10 y me tomo el gel y cambio de ritmo si que hubo, pero no el esperado, de repente sin darme cuanta estoy parado, no es que haya pensado parar por el dolor, las piernas se me han parado solas y han dicho basta. Aprovecho para beber agua en una fuente y recupero fuerzas mentales, aunque ahora vaya rápido el entreno estará falseado por este descanso pero voy a intentar seguir. No tardo ni 2km en verme parado otra vez en mitad de la nada. Me entran ganas de llorar de la frustración,¿por qué yo? ¿por qué ahora? veo que el sueño de Madrid se esfuma, muchas veces he corrido con dolores, pero con este no, con este no puedo, es insufrible. Estoy casi 10 minutos solo, hablando conmigo mismo y con mi cuerpo, no tiene sentido salir a entrenar a ver quien gana esta vez, si el dolor o yo. Va a tocar retirarse de Madrid, ni si quiera acabo el entreno, atajo y acabo haciendo 17km y teniendo que parar una tercera vez. No quiero hablar con nadie, me voy a dormir con la moral por los suelos.



          Pasan unos días y con la cabeza mas fría decido comprarme otras zapatillas, quiero echarle la culpa a que estas ya estaban muy gastadas, una semana de reposo, las estreno 5k y dolor, otra semana en blanco, 6k y dolor.
          Soy muy cabezón y no he ido al medico en mi vida, pero decido ir al traumatólogo básicamente para que me de un justificante de lesión y recuperar una parte de la inscripción y abandonar definitivamente. Descartamos cualquier tema oseo con una radiografía y me deriva al fisio con el diagnostico inicial de inflamación de la cintilla iliotibial pero con la impresión de que podré correr en Madrid.


          El fisio confirma el diagnostico y también es optimista de cara a poder correr así que la sonrisa vuelve a mi cara, me da igual llegar bajo de forma, solo quiero correr sin dolor. En el mes de carga que debería haber hecho unos 300km he hecho 60 así que me olvido de mejorar mi marca. Queda un mes por delante de recuperación en el que no me importa tampoco entrenar si llego sin dolores. Según como me encuentre de fuerzas a lo mejor me ofrezco vía twitter como liebre 3h:30 en adelante a alguien que debute o no quiera correr solo.

          Ya solo me queda dar las gracias a todos los que me han dedicado unas palabras de ánimo, ya sea en persona o vía twitter, y en especial a @105sfm @contadordekm y @BecomeFinisher que me han dedicado sus kilómetros desde Francia, Madrid y Cádiz igual que en aikido dedicamos la clase a alguien que lo necesita. Muchísimas gracias de corazón.


lunes, 10 de febrero de 2014

Nuestro amigo el crono

          Todo runner que lleve cierto tiempo corriendo tiene su particular relación amor-odio con el crono, mas o menos intensa dependiendo del corredor. Lo que esta claro es que a todos nos gusta ver los progresos, y ademas de las sensaciones que tenemos al correr, la forma mas fácil de verlos es el tiempo que nos cuesta correr una distancia a la que estamos acostumbrados. Al fin y al cabo es la base del atletismo, como dice el lema de los juegos olímpicos, "citius, altius, fortius" más rápido, más alto, más fuerte.



          Cuando empecé a correr hace ya unos años, salia sin reloj, pero me fijaba en la hora en el reloj de la cocina justo antes de salir y nada mas volver, aunque no era nada preciso me servia para hacerme una idea. También hay que decir que cuando empece, me dedicaba a correr 4 kilómetros lo mas rápido posible sacando el pulmón por la boca. Con el tiempo mis entrenamientos han evolucionado y también mi forma de medir el tiempo, ahora utilizo un Garmin Forerunner 210 del cual no me separo nunca. Puede que no le haga ni caso en algún entreno un poco más tranquilo, pero llevarlo lo llevo.


          Yo soy de los que tienen una relación muy intensa con el crono, adoro enfrentarme a él una y otra vez, adoro su imparcialidad, contra él todos somos iguales, da igual si tienes un día bueno o malo, para el reloj los segundos siguen pasando inexorablemente, no da lugar a interpretaciones, es como un listón en el salto de altura, o lo has dejado en pie o lo has tirado, no hay punto medio, o has hecho el tiempo o no, adoro esa sensación de grandeza cuando has vencido al crono, aunque realmente has vencido a tu "yo" del pasado, llegar deshecho a linea de meta, mirar tu muñeca y sonreír.

          También lo odio, odio cuando parece avanzar más rápido que mis piernas sin ninguna piedad, odio cuando pasa tan deprisa en la recuperación de las series, odio cuando me dice que no estoy dando lo mejor de mí, cuando me he esforzado al 100% y me responde burlón que no he logrado mi objetivo.

          Según lo veo yo, es necesaria esta relación, salir a la calle y no saber quien ganará hoy, aunque salir a la calle y presentar pelea ya es una victoria. No conozco una sensación mejor que mirar el reloj cuando se acaba la recuperación de una serie, sonreír, pensar "hoy no me vas a ganar" y salir a la siguiente batalla.


"quitando la pila al reloj nunca matarás al tiempo"

lunes, 6 de enero de 2014

San silvestre y repaso del 2013

          Hace un día y medio que me encuentro regular y solo hace 10 días que marqué un muy buen tiempo en la 5k de cadrete así que hoy creo que va a ser una carrera en la que no me voy a llevar ninguna alegría, casi ni tengo ganas de ir. De hecho casi llego tarde, apenas pude darme una carrerita desde el parking hasta la linea de salida y poco mas.
          En seguida veo a mi amigo Edgar y me coloco con él. La salida es un caos mucho empujón y algún tropezón pero en seguida me coloco donde me gusta correr, por fuera de la primera curva cojo mi sitio y voy corriendo la primera mitad de la carrera con Edgar.


          Llegando al puente de piedra le cojo unos metros y aunque sé que lo llevo detrás dejo de verlo y empieza mi carrera en solitario. Hemos salido rápidos y no he bajado casi el ritmo así que puede que después de todo me salga buena marca aunque casi no voy mirando el reloj. Penúltimo cambio de ritmo en San Vicente de Paul que pica para arriba adelantando mucha gente y al girar en el coso lo doy todo. Tiempazo 18:03 (posicion 59 de 2838) he bajado mas de 20 segundos en 10 días y la marca de Cadrete no creía que estuviera bien medida, pero esta si, es un tiempo real, solo ha quedado la espinita de bajar de 18, pero así tengo un objetivo para la siguiente 5k.


          Esta carrera refleja a la perfección lo que ha sido el 2013, casi me cuesta creerlo, pero he mejorado marca en todas las carreras que he corrido y me he marcado otras que tendré que batir en 2014. Este ha sido el año en el que me he empezado a tomar el running en serio, solo había corrido tres 5k y un par de duatlones cross. Este año he corrido una duatlon, tres 5k, dos 10k, una 12k, una media maratón y una maratón. Espero que en 2014 disfrute lo mismo o más de lo que he disfrutado corriendo este año. Mis metas este año además de bajar las marcas todo lo posible es empezar en el mundo de la bici de carretera y posiblemente en el triatlón.

          Os deseo un 2014 lleno de éxitos. Nos vemos en el asfalto.

P.D. resumen de la carrera AQUI






domingo, 22 de diciembre de 2013

I carrera solidaria de navidad 5K Cadrete

          Hoy era día de carrera, tocaba correr 5 kilómetros en la primera carrera solidaria de navidad de Cadrete, una carrera gratuita en la que cada corredor aportaba los alimentos que considerase oportuno, algo que deberían de copiar otros organizadores. Aunque hoy tenia otra misión además de correr, siguiendo la filosofía de @contadordekm, correr por los que no pueden, su espalda no le ha permitido hacer los suyos en favor de @cuxifrito y su rodilla, así que me ha tocado a mi correr por los dos y de muy buena gana. Es una filosofía que también aplicamos en aikido, cuando una persona conocida necesita ayuda o energía toda la clase le envía su KI.

          Sergio (@Pitufollow) y yo hemos llegado pronto porque antes había otras carreras más cortas para niños y al llegar hemos comprobado algo que ya sabíamos, iba a ser una carrera con pocos participantes. Antes de llegar nos habíamos hecho nuestras cabalas  y eramos muy optimistas, la carrera apenas ha tenido difusión y pensábamos: ¿y si solo corren los del pueblo y alguno mas de fuera pero no muy buenos? ¿y si nos subimos al podio? Rápidamente nos hemos dado cuenta de que eso no iba a pasar, se veía gente de algún club y gente muy preparada, mejor ser realista y salir a hacer nuestra carrera.

          En una calle de 3 o 4 metros de ancha nos juntamos unos 100 corredores o menos, una carrera popular popular. Suena el bocinazo de salida, busco mi hueco para poder correr, el primer medio kilómetro pica hacia arriba, me doy cuenta de que estoy en el grupo de cabeza, en seguida miro el reloj para ver si he salido demasiado rápido, pero no, es mi ritmo de carrera. Paso el primer kilómetro en 3:45 y no me he despegado de la cabeza ni 100 metros, no quiero que tenerles tan cerca condicione mi carrera pero lo hace, el segundo kilómetro 3:30 y siguen a la misma distancia. Podría contar la gente que llevo delante, un grupo de unos 8 y dos personas mas entre medio, intento mantener la cabeza fría, ellos se están reservando fuerzas seguro y yo voy mas rápido de lo que debería, pero ¿qué voy a hacer? ¿dejarme caer hacia atrás y ya está? es la primera vez que llegada la mitad de la carrera sigo teniendo a tiro a la cabeza de carrera así que tirare hasta que me den las fuerzas, por lo menos tengo que intentarlo, nunca se sabe si la vida te va a dar otra oportunidad.

          Mis sospechas se confirman, delante va gente que sabe y se estaban reservando, en el kilómetro 3 se me empiezan a escapar un poco, ahora que la motivación extra ha desaparecido me vengo un poco abajo, quedan por delante 2 km y me fallan las fuerzas así que hay que apretar los dientes, aun puedo conseguir mi mejor marca, con este buen inicio ahora no puedo tirar toda la carrera por tierra. Ha sido un final duro en el que las piernas no querían hacer caso a la cabeza, pero ya veo la meta, siempre hay fuerzas para algo más, sprinto, llevo un rato sin mirar el reloj, lo doy todo y cruzo en 18:25 mejorando mi anterior marca 20 segundos, el GPS me ha marcado 4.88km y no sé como de bien estaba medido el recorrido así que no sé si agenciarme la marca o no, pero de todas formas me he quedado contento.

          La siguiente carrera es la San Silvestre y son 5k así que volveré a intentar bajar marca aunque ya me quedan pocos días para entrenar. Hoy me he dado cuenta que desde que tengo estas zapatillas he bajado marca en todas las carreras que he corrido y es una tendencia demasiado bonita para estropearlo ahora.

http://connect.garmin.com/activity/418418545

viernes, 13 de diciembre de 2013

Maratón de Madrid

          Lo he vuelto a hacer, he vuelto a inscribirme a otra maratón, esta vez la de Madrid y es que lo necesitaba. Necesito volver a sentir el dolor de piernas en una tirada larga, la sed en busca de una fuente, madrugar para correr, entrenos infinitos que se hacen cortísimos imaginándote en el gran día, días que sales a entrenar con pereza y vuelves con una sonrisa en la cara, días en los que te apetece salir y vuelves con cara de perro, ver pasar los kilómetros mientras te olvidas de que hay vida mas allá de las zapatillas y el asfalto, en definitiva todo lo que tiene que ver con una maratón.
          También soy consciente de que puede que esta vez no se magnifiquen tanto estas sensaciones como la primera vez, pero no me cabe duda de que como mínimo, esos 42km y 195m, a los que sigo respetando como cualquier debutante, van a hacer que saque lo mejor de mi. Volveré a enfrentarme al cronometro y al asfalto con la única ayuda de mis incansables zapatillas, y como me gusta esa batalla. Una batalla que nadie te obliga a luchar y que nada ganas o pierdes pase lo que pase, o eso cree la gente que no ve mas allá de lo material, pero si que puedes perder mucho, tu autoconfianza; y también puedes ganar mucho, puedes llegar a conocerte mejor a ti mismo en esas horas que en años, puedes descubrir que eras mucho mas duro, valiente y luchador de lo que creías. Es una batalla completamente justa y sin artificios, tú contra ti mismo, contra tu ego, contra tu debilidad, contra tus ganas de abandonar, contra tu sombra, contra la gota de sudor que corre por tu frente; tu cabeza contra tus piernas, contra tus pulmones y contra tu corazón. "masakatsu agatsu": la verdadera victoria es la victoria sobre uno mismo. Si has sido capaz de seguir corriendo cuando absolutamente todo estaba en tu contra, el cansancio, el calor, el aire, ese kilómetro que pica para arriba, la sed... ¿Qué va a detenerte en el resto de ámbitos de tu vida?, demuéstrate a ti mismo de lo que eres capaz, sal de tu zona de confort.