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jueves, 5 de noviembre de 2015

Maratón Lisboa 2015. Crónica y fotos

Hay mucho motivos para correr un maratón, unos más validos que otros, pero hay muchos. Por superación personal, por mejorar tu tiempo, por ayudar a otra persona a terminar, por una apuesta, por sentirte atleta olímpico por un día, por demostrar algo a alguien, por demostrarte algo a ti mismo, por saber que se siente, por entrenamiento para una prueba aun más dura y un largo etcétera. En mi caso, el motivo para correr la maratón de Lisboa, era conocerme a mi mismo. Aunque antes de correr, no sabía si iba a ser un acierto o un error. Hace tiempo leí el libro titulado El caballero de la armadura oxidada, es un libro que mientras lees, te vas analizando a ti mismo y descubres muchas cosas que mejorar. Se lee en poco más de una hora y yo ya lo he leído 4 veces, ya que cada vez que lo lees, encuentras cosas diferentes y con las maratones me pasa parecido. A mi nivel, que me va a golpear el muro al correr una maratón, es algo seguro, pero cada vez respondo diferente al golpe. Lo que quería conseguir durante esos 42km, era ver que me hacia seguir luchando esta vez, un autoanalisis a lo bestia. Lo primero que tuve que hacer antes de presentarme en la linea de salida fue matar el ego lo máximo posible, la ultima vez que me enfrente a la distancia hice una carrera prácticamente perfecta y tenia que asumir que esta vez no iba a ser así, que seguramente no habría tantas sonrisas como en Sevilla, ya que mi nivel de entrenamiento ha bajado drásticamente los últimos meses.



Los momentos antes de la salida, me emocionaron como ninguna vez antes, estaba solo, comenzaba a llover y la gente corría a resguardarse, pero yo permanecía bajo la lluvia. Si va a llover durante la carrera, ¿que más da empezar a mojarme un poco antes?. En todas las anteriores había compartido con más gente esos momentos iniciales, con alguno más de una vez, incluso sin saberlo. El otro día leí que a los géminis nos encanta estar solos, pero odiamos sentirnos solos, y lo cierto es que a mi me gusta mucho estar solo. Puede ser que esa sea una de las cosas que me permite este deporte, estar solo. Ya sea literalmente, corriendo a las 6 de la mañana para ver amanecer desde la playa, o rodeado de miles de personas, pero en el fondo solo, sin oír el bullicio, solo mis pensamientos. Las dudas y la incertidumbre empiezan a crecer dentro de mi, porque tengo miedo de no encontrar lo que he venido a buscar. He venido a por mi mejor yo, a por mi carácter, a por mi fuerza interior, pero...¿y si no lo encuentro? ¿y si me vuelvo a casa peor de lo que he venido?. Todo el que me conoce lo suficiente, sabe que soy un géminis de libro, tengo dos personalidades completamente diferentes y van aflorando a su antojo. El problema es que últimamente me cuesta conocerme, ¿será que me ha salido una tercera? Espero dejar las más débiles en el camino y descubrir la dominante al llegar a Lisboa.



Comienza la carrera en Cascais y deja de llover, hoy la dureza no la marcará el clima, será solo el asfalto. Empiezo a un ritmo que estimo oportuno, para rondar las 4h, pero no tengo ningún dato en el que basarme para saber si es un objetivo realista o no, solo lo que creo conocer a mis piernas y a mi corazón. El principio de la carrera es precioso, vamos bordeando la costa y vemos en todo momento un mar embravecido, como queriendo demostrar su fuerza interior al igual que los miles allí presentes.



Los primeros kilómetros de una maratón deben pasar como si nada si quieres llegar bien al final, pero en este caso incluso "los desprecio", estos kilómetros no me aportan nada a mi objetivo, simplemente son el camino que tengo que recorrer para llegar al muro. Me distraigo pensando tonterías, imaginándome en otra carrera futura, ese ironman que algún día tendré el valor de correr y sobre todo de preparar...Los kilómetros van pasando, voy bebiendo en todos los avituallamientos, quizás en exceso y empiezan a entrarme ganas de hacer pis. En otras carreras largas, las ganas siempre han desaparecido al seguir corriendo, pero esta vez llego a la media y las ganas continúan. Me hago a la idea de que antes o después voy a tener que parar y decido que mejor sea cuanto antes para quitarme el run run de la cabeza, además, si paro cuando este cansado ¿quien me garantiza que volveré a arrancar?



Después de parar, me invade la euforia al deshacerme de la molestia de tener que ir aguantando. Cada kilómetro que entra en el objetivo me da un empujón de motivación, Km 26 y me planteo incluso el "asalto a la maratón" me veo bien para intentar hacer una segunda media más rápida que la primera. Después de un par de kilómetros, decido reservar, no he venido a hacer ningún tiempo, lo que yo busco hoy, es lo que todos los que están a mi alrededor quieren evitar, el mazazo, el muro, ese momento mucho más súbito de lo que la gente cree, que te tira la mascara al suelo y te deja desnudo e indefenso.



Sobre el Km 30 empieza a correr a mi lado ya el tío del mazo, a pesar de que creía que me había dejado el ego en casa, me sale una vena arrogante y sonrío cuando empiezo a notar los primeros signos de flaqueza y digo para mis adentros, "por fin has llegado". La fuerza física empieza a escasear, pero en estos momentos, dejando atrás la praça do comércio, mentalmente me veo imparable. Hablo como si realmente hubiera un tío que me ha echado el ancla a la espalda y que quiere conseguir que abandone, salen frases como "hoy no vas a poder conmigo hijo de puta", " ya sé lo duro que eres y no es para tanto", "te recuerdo que te voy ganado 3-1, y hoy amigo, hoy, no vas a ganar".



Sobre el kilómetro 34, nos juntan de malas maneras, sin ningún aviso con los corredores de la media maratón, si siempre es difícil cuando hay dos distancias no perjudicar, esta vez está especialmente mal hecho. Yo llevo 34km, ellos 13 y me pasan como aviones. A mi me gusta morir en soledad, con intimidad, me estorban y empiezo enfadarme. No quiero que toda esta multitud me distraiga de mis pensamientos, quiero volver 5 minutos atrás donde estaba solo corriendo en la calle. Después de unos minutos consigo volver a centrarme en mi mismo y en mi conversación interior.



El recorrido que había empezado siendo precioso por la costa y en la entrada a Lisboa, ahora se convierte en un polígono lleno de charcos, que nadie parece querer pisar y se van como locos a la acera, yo no tengo ningún problema en cruzar por medio el primer charco, hasta que descubro que me cubre hasta el tobillo y al salir me pesan los pies. Cuando por fin consigo olvidarme de la gente, del recorrido, de los charcos y solo quedo yo luchando contra mi mismo, por fin encuentro lo que he venido a buscar. Una conversación muy fructífera que me deja claro que quien quiero ser es el que hace unos meses se enfrentó a pecho descubierto a la maratón, el que consigue no rendirse cuando todo duele y parece no merecer la pena continuar esforzándose, el que vence al frío, al cierzo y a la pereza por disfrutar de su deporte, el que madruga para correr en ayunas antes de un día sin tiempo para correr, el que sale a las 23h después de trabajar 8h y unas cuantas de universidad, el que se emociona con solo recordar sus carreras, el que sueña con tener el valor de convertirse en ironman... el que creo que en el fondo soy.



Los últimos kilómetros fueron realmente duros y me llevaron al limite de mis fuerzas. Descubrí que los impulsos nerviosos que mi cerebro manda a las piernas, primero pasan por el corazón, porque les di permiso a mis piernas para pararse más de 10 veces y lo cierto es que en ningún momento dejé de correr. Me decía a mi mismo: estás cansado, pero no para tanto, no como para tener que parar de correr. Incluso en el km41 me quise parar a andar, pero no podía pararme entonces, no hay nadie que no pueda correr solo un kilómetro. Finalmente entré en meta como siempre hago, pasando de una cara de dolor y sufrimiento a una sonrisa, lagrimas en los ojos y piel de gallina. El tiempo, que era lo de menos, terminó estando bastante cerca de lo esperado 4h2', señal de que me conozco bien a mi mismo.



Sobre los números ha sido la peor de mis cinco maratones, pero me parece que no la recordaré como tal, la recordaré con cariño, como una pequeña lección y como una pequeña forja del espíritu. Calentándome, lentamente, hasta alcanzar el rojo vivo y recibiendo los golpes que dan la forma final al material bruto, poniendo a prueba mi resiliencia.



Pd. para los más curiosos, amantes de los datos, os abro mi corazón, literalmente: https://connect.garmin.com/modern/activity/931648849

jueves, 9 de julio de 2015

maratón sevilla 2015. crónica y fotos.

Para ponernos en situación voy a hacer un breve repaso a mi corta vida maratoniana. Zaragoza (septiembre 2013 crónica) el debut soñado, carrera casi perfecta en la que dejo escapar unos minutillos, pero sabe a gloria; Madrid (abril 2014 crónica) un infierno, llegaba lesionado y lo junté con una estrategia suicida, mi peor marca; Pamplona (junio 2014, sin crónica) no estaba en mi mejor momento de forma, así que sin posibilidades de mejorar marca, decido acompañar a mi amigo Sergio en su debut, no fue tan fácil como cabía esperar, ni mucho menos.

Por lo tanto Sevilla es la cuarta de la lista, pero la segunda a la que llego para enfrentarme de tú a tú, dispuesto a lo que sea necesario para arañar algo de tiempo a ese 3h20' conseguido en Zaragoza. Durante el plan especifico he cumplido, pero no con el nivel de exigencia, ni las buenas sensaciones que me gustaría y dejándome llevar las ultimas dos semanas, por lo que soy un manojo de dudas. No sé muy bien para que ritmo estoy, mi idea inicial era ir a por 3:10´, pero lo más seguro es que intente 3:15´ o que ni si quiera pueda mejorar mi marca, dudas y más dudas.

Una maratón es una cosa muy bonita, pero si aprovechas para reencontrarte con gente a la que no puedes ver tanto como te gustaría, mejora la cosa, así que eso hice. Fue un reencuentro con Chris(@chrississipi) y Kiko(@harrier388) que fueron unos anfitriones geniales que me hicieron sentir como en casa, con Isa(@Isa_VMS), la segunda mitad de@BecomeFinisher y con Saioa (@Charcodelocos) que ha venido desde Pamplona a animar, a todos ellos he tenido la suerte de conocerlos gracias a twitter y al deporte, ¡VIVA TWITTER!. Fue una pena que fuera baja de última hora mi compañero de fatigas, Sergio (@TriCitius). El jueves llegaba al Puerto de Santa María, en pleno carnaval, viernes y sábado fueron para disfrutar del sur y del buen tiempo, recoger el dorsal en Sevilla y comer mucha pasta. El domingo llega lo interesante.

Domingo 22 de febrero de 2015 5:30A.M. suena el despertador, por fin ha llegado el día, el día que llevo tiempo evitando y deseando que llegue a partes iguales, en unas horas se resolverán todas las dudas, habrá una marca que resuma todos los entrenamientos pasados, o ni eso, un abandono antes de terminar. Aquí es donde empiezan los verdaderos nervios, los días previos he estado muy bien. Lo mejor para los nervios son las rutinas que te hacen sentir seguro, así que como siempre antes de una carrera difícil, una ducha, el ritual de vestirse y el desayuno de siempre. Tostadas con mantequilla y azúcar y un vaso de leche. Nos montamos en el coche y salimos hacia Sevilla, pero antes recogemos a Juanma (@Juanmapatr) que hoy debuta en maratón. A Isa le ha surgido un asunto de trabajo a ultima hora y no puede venir a animar, así que emprendemos el viaje Kiko, Chris, Juanma, Saioa y yo, 3 maratonianos, uno que lo será en unas horas y otra que lo será, no sé cuando, ella tampoco lo sabe, pero lo será. El viaje dura más o menos una hora, hay momentos de silencio y momentos de conversación, pero a decir verdad voy inmerso en mis pensamientos, intentando trazar un plan a seguir, una hoja de ruta que me ayude a llegar, pero sin éxito, finalmente decido no tener una estrategia firme, pero si escuchar mucho a mi cuerpo.


 Hemos llegado pronto pero ya hay mucho ambiente, mucha gente de corto, mucha gente que comparte nuestra afición, las pulsaciones suben, mis tres maratones van pasando por mi cabeza, lo dura que es, lo bonita que es...este rato me está torturando, necesito empezar a correr.

Me está entrando hambre y no tengo nada para comer, he desayunado hace unas horas ya, me invade la negatividad, "me va a dar una pájara, no puedo empezar a correr una maratón con hambre..." tonterías varias que al final consigo apartar de mi cabeza. Vamos caminando hacia el cajón de salida, improvisamos un punto de encuentro para la llegada con Saioa (demasiado improvisado), repasamos donde se va a poner para animarnos, nos hacemos una foto y cada uno emprende su camino.


Juanma ha desaparecido entre la mulitud, Saioa al punto de encuentro, Chris y Kiko a su cajón y yo al mio. Estoy solo, rodeado de miles de personas, pero solo, mientras el GPS busca satélites yo busco fuerzas en mi cuerpo para hacer recuento, parece que tengo lo suficiente para plantar batalla, pero ya veremos como acaba.
Por fin acaba la cuenta atrás y empieza la Maratón de Sevilla, 11.500 corredores tomamos la salida, cada uno con su historia, a pesar de ser tantos se puede correr bastante bien, es una avenida muy ancha en la que hay huecos para ir adelantando. De lejos veo a la liebre de 3h15', bueno en realidad veo también a la de 3h30', han salido por delante de su cajón, cosa que no entiendo, el que quisiese correr con liebre lo va a tener difícil, yo hoy no quiero liebre, hoy no. Otras veces he preferido la comodidad del grupo que tira de ti, pero hoy quiero la soledad del corredor de fondo, quiero que mis aciertos sean solo míos y mis errores también, no quiero decir "es que la liebre iba muy rápido o muy lenta y me jodió la carrera". Hoy soy yo contra la maratón y nada más. En los primeros kilómetros de una maratón siempre hago lo mismo, fue algo que salió improvisado en mi primera media, pero que siempre me funciona muy bien. Me digo a mi mismo que en otras cosas a lo mejor no, pero corriendo soy bueno (a mi nivel), que esto es algo que sé hacer muy bien y me cargo de confianza, diciéndome que si que puedo con ese ritmo y que tiraré hasta el final. Pongo ritmo de crucero 4':30" lo que debería llevarme a 3h10'.

Es el objetivo más ambicioso que puedo ponerme ahora mismo, pero no quiero conformarme desde tan pronto con 3h15', si veo que la cosa no funciona bajaré el ritmo antes de que sea demasiado tarde. Aunque lo ideal es correr una maratón de menos a más, con la segunda media más rápida que la primera, yo creo que soy incapaz de hacerlo, corra al ritmo que corra la primera mitad, es algo que espero que cambie, pero hoy por hoy si quiero acabar en el tiempo que sea, mi estrategia debe ser ganar unos minutos al principio que perderé al final, más que guardar fuerzas y recuperar al final. Así pues, aunque voy a 4':30" sé que estoy corriendo más para 3h15' que para 3h10'. Van pasando los primeros kilómetros y se asientan los nervios, la zancada se adapta al ritmo y la respiración y el pulso son cómodos, si en algún momento paso de 160ppm bajaré un poco la velocidad.


Llego al primer avituallamiento y en los carteles veo que es solido y liquido y quiero comer algo cuanto antes, pero solo había agua, así que me tengo que conformar con eso, es importante empezar a beber desde el principio. Paso por la torre del oro y por la maestranza y ya empiezo a mirar todas las caras del publico, busco la cara de Saioa, debe de estar por el km7.5 según hemos hablado antes de la salida, al ver tanta gente animando y que pasan los kilómetros sin verla, me temo que no vamos a vernos, yo voy pegado al lado izquierdo, pero no sé en que lado estará ella. De repente, cuando ya me había convencido de que no la iba a ver, aparece entre en el publico, me da ánimos y fuerzas en un choque de manos muy rápido, ni me da tiempo a decirle nada.


 Paso el km10 y todo va según lo planeado 45':09", el cuerpo responde y el tiempo también. Las dudas se están despejando, sé que hoy es el día de darlo todo, ahora mismo voy a ritmo de mejorar 10 minutos mi marca así que muy mal se me tiene que dar para no arañar aunque sea unos segundos. Un niño con su madre sostiene un plátano y lo cojo al pasar, el niño se alegra muchísimo y se ríe, pero más me alegro yo, por fin algo para quitarme el hambre, aunque ese plátano alimenta más mi confianza que a mi estomago. Ya vuelvo a ir mirando todas las caras del publico, es posible que Saioa esté por aquí si le ha dado tiempo a llegar, pero no creo que haya podido, por si acaso voy buscando una cara conocida entre la gente y sonriendo, algunos me devuelven la sonrisa o incluso me dedican unas palabras de animo personalizadas leyendo mi nombre en el dorsal.


Llego a la media maratón y todo sigue dentro de la planeado, 1h:35':22" y con buenas sensaciones, que es mas importante. No me parece que ya haya corrido 21km, me parece que acabo de empezar, pero no me confío, porque en una maratón el cansancio entra de golpe, es como chocarse contra un muro o recibir la visita del tío del mazo, la analogía que cada uno prefiera, pero es así. Cuando miro el reloj y veo que voy un poco lento tengo frescura en las piernas para acelerar rápidamente y recuperar el ritmo antes de perder más segundos valiosos. Sigo avanzando inmerso en mis pensamientos, tanto que apenas estoy viendo Sevilla mientras corro por sus calles, es una pena, pero es mi forma de correr, por eso nunca me canso de hacer el mismo recorrido en los entrenos, porque solo mi cuerpo está allí, pero mi cabeza puede estar en cualquier otro sitio, real o imaginario, puede estar en una playa soleada aunque sea de noche y este lloviendo, puede estar luchando contra los 180km de bici de un Ironman -que algún día haré-, puede estar liderando una carrera que nunca ganaré...voy tan distraído, tan en mi mundo, que casi no me doy cuenta de que ya he pasado el km30 y que ha empezado a correr justo detrás de mi alguien a quien no quiero ni ver, el tio del mazo ha llegado como ese que cae mal a todo el mundo pero está en todas las fiestas, como el novio de la chica guapa del bar, como un radar escondido detrás de unos matorrales, esa gente que sabe que molesta con su presencia pero disfrutan con ello.


Entre el kilometro 30 y el 35 me ha ido recortando metro a metro y estoy a su alcance, ¡ZAS! lanza un mazazo, he intentado esquivarlo pero me ha dado, aunque ha sido un golpe superficial y ya se va en busca de presas más fáciles. km36 el más lento de la carrera, igual que Zaragoza, me noto vacío, me arrastraré como pueda hasta la meta, ya me funcionó en zaragoza...Veo que por primera vez en toda la carrera el Garmin marca más de 5 minutos el kilómetro (5:'03") pequeño bofetón de realidad, necesito una estrategia y algo que me de fuerzas para seguir tirando. Las fuerzas me las dan las dos personas que llevo a corderetas desde que he salido, porque hoy corro por los que no pueden, por Sergio y por Saioa, ellos están deseando correr y no pueden así que yo que puedo, no puedo rendirme, tengo que seguir, por ellos y por mi.



 Objetivo no pasar de 5min/km y mejoraré marca. Desde luego ya me despido del 3h10' como ya me podía imaginar desde el principio, voy a ver si me salen las cuentas para hacer 3h15'. km37, quedan 5km y llevo 2h49' corriendo, si voy a 5 pelao las cuentas salen muy justas si le tengo que sumar los 195m finales, tengo que apretar los dientes y tirar a muerte. Voy mirando obsesivamente el reloj, voy cumpliendo, pero la cosa va a estar muy apretada, aunque ahora voy más despacio que al principio, ahora estoy haciendo un esfuerzo mucho mayor, ademas de que ya me duelen las plantas de los pies y mi zancada ya no es lo que era, me está subiendo el pulso, aunque voy al limite me veo confiado con poder hacer un cambio de ritmo en el 40 o en el 41 para no pasarme de listo, cada parcial que miro cumpliendo el objetivo me da más fuerza, voy adelantando gente, cada vez hay más publico.


 Llega el km40 3:03:38 si le sumo 10 minutos  me queda uno para los 195m finales, necesito más margen, aprieto con todo lo que tengo, cada vez me esfuerzo más pero no consigo acelerar, por lo menos tampoco me voy frenando, me mantengo estable, km41 ya veo el estadio a lo lejos, no me quiero guardar ni un gramo de fuerza, quiero la sensación de haber peleado hasta el final. Ya estoy enfilando el estadio, entro por la rampa, me dejo llevar en la cuesta abajo y ahora si que aunque tarde, por fin hago un cambio de ritmo, ya no queda ni una vuelta a la pista de atletismo, paso el km42 me salgo a las calles exteriores para adelantar a gente al sprint, encaro la recta de meta con todo lo que tengo dentro y al final paro el crono en 3:15:17, no es sub 3:15 y mi primera reacción incluso es de enfado.


 Pero ¿qué son 17  segundos en 42km? he ido menos de medio segundo más lento por kilómetro de lo que debería, es para estar contento, muy contento, he mejorado mi marca 5 minutos y he peleado con el maratón de tú a tú y esta vez he salido ganador. Mi estrategia de salir a meter un gol en la primera parte y luego cerrarse atrás a defender ha funcionado. Me caen lagrimas de emoción, de presión de meses liberada por fin, de satisfacción, de orgullo...lagrimas muy diferentes a las que derramé en Madrid, que me recuerdan porque amo este deporte.


miércoles, 5 de noviembre de 2014

10k desafio Arcosur contra la violencia de género

No compito en 10k desde hace casi un año, cuando conseguí mi MMP. Desde entonces no he pasado una buena temporada, con parones continuos desde febrero hasta hace bien poco, primero una rodilla y después la otra no me han dejado entrenar lo que me hubiera gustado. En lo dos casos fue la misma lesión, inflamación de la cintilla iliotibial. Tampoco puedo decir que haya estado parado durante este tiempo ya que he corrido 2 maratones y un Medio Ironman, pero sin estar en el punto de forma que querría y con dolores en las tres competiciones. Llevo 6 semanas entrenando bien, sin molestias, subiendo poco a poco el kilometraje semanal y el 95% de mis entrenos han sido por debajo de 145ppm para conseguir una buena base aeróbica ya que tengo la maratón de Sevilla en el punto de mira. Por todo esto, llegaba a la carrera con muchas dudas sobre que tiempo iba a hacer y para tomármelo más como un entreno de calidad y una prueba de nivel que otra cosa.

El domingo pasado corrí una 5k y no me vi tan mal de forma como esperaba, así que durante la semana una parte dentro de mi dice que salga a tope e incluso a mejorar mi marca, pero esa parte es más pequeña de lo normal y no puede con la que dice que una 10k empezando a lo loco puede acabar muy mal. Al final decido ser conservador, intentar hacer unos 42-43 minutos ya que en un entreno fuerte, hace 2 semanas, hice 44.

Pamplona me envía buenas vibraciones
Domingo, 2 de noviembre, 10:30, estoy colocado en la linea de salida y como no quiero molestar me coloco un poco atrás, pero me paso, pistoletazo, salida en zig zag, buscando huecos y adelantando como se puede, una vez se ensancha la calle, cabeza fría y a buscar el ritmo, voy muy cómodo a poco más de 4:10 el kilómetro los 2 primeros kilómetros. Llegamos a la primera curva de 90 grados del recorrido y está sin encintar, todos los corredores que veo delante de mi recortan, yo sigo la carrera por el asfalto y miro detrás de mi para ver si he servido de ejemplo para algún otro corredor y compruebo que no, todos recortan, incluso escucho "tú, acorta por ahí", no consigo entenderlo, no es gente que no puede con 10km y que si se quitan unos metros aunque solo sea mentalmente les ayuda (tampoco lo entiendo en este caso, pero me parece más comprensible) NO, es gente que puede correr en 42 minutos. Niego con la cabeza al ver el panorama, pocos metros después otra curva y se repite la escena. Mi carrera no es contra los de alrededor, pero esto me enfada y siempre que alguien intenta adelantarme recortando aprieto para demostrarle que lo que hace falta son piernas y no trampas. 

avituallamiento
Paso la primera vuelta de 5k, no voy haciendo mucho caso ni al ritmo ni al pulso, pero he acelerado y sigo yendo muy cómodo, estoy empezando a adelantar gente sin parar, veo un grupo en el horizonte, me lo fijo como objetivo, le doy caza y a por el siguiente. Esto me está dando muchas fuerzas y pienso que no me va a salir tan mala marca después de todo, aunque está claro que el asalto al sub40 queda para mas adelante porque no he visto ni un solo kilómetro por debajo de 4.


Después de una larga subida y la bajada recuperando fuerzas, me decido a empezar el cambio de ritmo a falta de un kilómetro, he puesto un grupo como objetivo y no voy a aflojar hasta darles alcance, pica un poco para arriba, pero la gente anima en la parte más alta, sonrío y doy las gracias al pasar, deja de subir y otro cambio de ritmo más, ya solo quedan dos curvas. Uno del grupo que acabo de adelantar me coge la estela y en la primera recorta por la acera y me adelanta, ¡zas! Otro cambio de ritmo, hasta luego, ultima curva, imposible recortar y la tomo por el interior para evitar listillos de ultima hora, recta de meta cuesta arriba a sprint y paro el reloj.



recta de meta

Llegaba a ritmo de serie, el último kilómetro lo he hecho en 3'28", la boca me sabe a sangre, estoy jadeando pero miro el reloj y sonrío, sonrío mucho 40'35". Me he quedado a 5 segundos de mi mejor marca, no me lo puedo creer, digo en voz baja "no me jodas", me he pasado de conservador, podía haber hecho MMP si hubiera salido un poco mejor. Pero hago un balance rápido y me doy por satisfecho. Esperaba hacer 2 o 3 minutos más, si ha habido un fallo ha sido de estrategia y no de fuerzas y seré 5 segundos más lento, pero soy legal, si hubiese recortado curva tras curva habría conseguido marca, si, pero no de 10k sino de "9ypicok" y no estoy en este deporte para engañarme a mi mismo. Un análisis más detallado ya en casa y con la ayuda del Garmin me dice que no estoy tan mal como esperaba. Comparo las tres 10k en las que he competido, todas sub41 y en las otras 2 anteriores había tenido un pulso de 180ppm y en esta 172ppm así que me quedo con la sensación de que aunque la marca no esté en el reloj si que esta en las piernas y puede caer en la siguiente ocasión.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Medio ironman Medina de Rioseco. Crónica, fotos y clasificación.

          Sábado 16 de agosto, Sergio (TriCitius) y yo salimos hacia Medina de Rioseco, hacia nuestro gran reto, debutar en un medio ironman. Allí nos encontramos con Chris e Isa (BecomeFinisher) para dar una vuelta de reconocimiento al circuito de bici y asistir a la charla informativa. 
Sergio, Chris, Isa, Danilo y yo

          Conforme avanza la charla me hago cada vez más consciente de dónde estoy y de lo qué tengo que hacer el día siguiente, hasta este momento no había querido verlo tan cerca. Después, una cena en la que conocemos a Gema (RanaAfro) y solo hay un tema de conversación, deporte y pruebas que tenemos en nuestra lista de pendientes. De vuelta en el hotel, Sergio y yo dejamos todo medio preparado para mañana, dorsales, alimentación, relojes, que no falle nada y lo antes posible a dormir. Ya está todo el trabajo hecho, ya solo queda demostrar lo que sabemos hacer.

vídeo de nuestra preparación
piernas en alto y a dormir

          Domingo 17, día D. A las 5:45 suena el despertador, no es que haya dormido mucho y me doy una ducha para despejarme. Desayunamos en la habitación con Chris y su novio, Danilo, y nos vamos para boxes montados en las bicis.

          Una vez en mi box saco todo y compruebo que no me he olvidado nada, respiro aliviado, aunque hemos llegado más tarde de lo que queríamos parece que no va a haber imprevistos de última hora. Me enfundo el neopreno y nos dirigimos hacia la salida del sector de natación, en la dársena del canal de Castilla. La salida es desde dentro del agua y ahí estamos mas de 200 triatletas esperando el bocinazo. En ese momento me asaltan las dudas, ¿llegaré a meta o me quedaré en la primera boya?


          Primera salida para triatletas federados, después las mujeres y por fin los demás. Comienza la prueba, 1900m de natación por delante, primeros metros como un autómata, con la mente en blanco, sin pensar donde estoy ni lo que me queda por delante. Pronto noto que algo no funciona, yo siempre respiro cada tres brazadas, pero me ahogo mucho y me veo obligado a hacerlo cada dos e ir echando un vistazo hacia adelante de vez en cuando y no voy tan recto como me gustaría, pero empiezo a adelantar gorros de triatletas federados en la primera vuelta, lo cual me hace creer que voy muy bien al haberles recortado 2 minutos. En la segunda vuelta, que es más larga, pasamos por una parte más estrecha del canal en la que soy más consciente de las "eses" que estoy haciendo, me estoy acercando mucho a los triatletas que ya vuelven, corrijo y me pego demasiado a la pared, tanto que le doy un manotazo que incluso me rompe la esfera del reloj. La natación ya se me está haciendo pesada, no he mirado el reloj en ningún momento y con lo turbia que está el agua no sé que tal voy en el grupo. Por fin veo la escaleras de salida, toco tierra en 41 minutos, solo un poco más lento de lo planeado y salgo corriendo hacia el box, en el camino me cruzo con Isa ya montada en la bici.

reloj con la esfera rota

          Aunque es una transición larga de unos 200-300m cuando llego a la bici aun estoy terminando de sacar el segundo brazo del neopreno con lo que pierdo un poco de tiempo. 4 minutos después de salir del agua ya estoy montado en la bici.


          Los 90km se dividen en 3 vueltas de 30km de ida y vuelta por el mismo sitio lo que permite cruzarse constantemente con el resto de participantes. Los 15 kilómetros de ida sopla viento en contra y hay subiditas muy cortas pero que no permiten demasiado ritmo. Mantengo la cabeza fría, no quiero calentarme contra el viento tontamente, ya veremos si a la vuelta se recupera, y sino, pues hoy no es un día para hacer una gran media. Al dar la vuelta en el km15 con el aire a favor veo que si que se va a recuperar bastante y termino los primeros 30km a media de 32km/h. La segunda vuelta es una copia de la primera, guardando al principio y acelerando al final y en el km 60 sigo manteniendo la media de 32, estoy guardando fuerzas y comiendo bastante para poder correr bien. En la tercera vuelta me propongo apretar un poco más a la ida, sin pasarme, y volver fuerte, pero el viento esta cambiando de dirección y subiendo de fuerza y al final termino los 90km del sector de bici a media de 31, la idea era hacer unos 30 así que termino muy contento y con la sensación de haber ido reservando fuerzas para lo que queda.

no hay que olvidarse de comer

          Me bajo de la bici y 2 minutos después estoy corriendo, empiezo con muy buenas sensaciones, sin dolores por el cambio de deporte ni demasiada fatiga aparentemente. La media maratón son 4 vueltas iguales por la ribera del canal, nada mas empezar tengo que parar a mear, llevaba muchísimo rato en bici aguantando. 


          Empiezo a correr a 4:50 los 2 primeros kilómetros y hay gente que ya está en su segunda vuelta que me pasa como aviones pero aunque creo que puedo correr más rápido les dejo ir, este me parece muy buen ritmo si lo puedo aguantar. Pobre de mi, pensar que eso iba a durar...no estoy cansado pero si vacío, el siguiente kilómetro a 5, el siguiente a 5:20, el siguiente a 5:30 y me planto en 5:55 aguanto así un par de km más pensando que ahí se había quedado la sangría de tiempos pero no, el ritmo sigue siendo cada vez mas lento, me estanco en 6 bajos pero eso no acaba ahí, son ya casi 5 horas de competición y el cuerpo ya no quiere seguir y quiere pararse, por lo menos a andar unos metros. Hay 2 avituallamientos por vuelta y me digo que solo puedo parar a andar ahí y solo en las mesas para beber mejor, descansar un poco y seguir, como un pequeño premio para el cuerpo por haber recorrido ese par de kilómetros sin quejarse. Esto me lleva a tiempos de hasta 7 minutos el kilómetro, jamás hasta ahora mismo había corrido tan lento en mi vida, ni en entrenos a pulso bajo, ni después de saludar al hombre del mazo en las maratones, nunca. Carrera muy dura de aquí al final, para colmo la rodilla que me venia molestando hace tiempo y por la cual, poco había podido entrenar este sector, empieza a molestar. Vacío, cojeando, mirando el reloj incrédulo, desmotivado, viendo pasar lentamente los kilómetros y sin la sensación de que cada vez estuviera más cerca, incluso cuando me quedaba un kilómetro, seguía viendo la meta muy lejos. De aquellas maneras, pero logro terminar en 6h 3minutos, el objetivo que tenia eran 5h:30 así que no estoy muy contento, sobretodo porque mi especialidad es lo que peor se me ha dado y al ser lo ultimo te deja un mal sabor de boca, pero en seguida todo el sufrimiento se convierte en alegría, comienza la fiesta. 



          No me alejo del arco de meta porque sé que Sergio e Isa están al caer, acabamos de darnos ánimos en la ultima vuelta. Nada más cruzar la meta, abrazos, felicitaciones, lloros, un momento muy emotivo porque en cosa de 5 o 10 minutos los tres habíamos cumplido el objetivo por el que habíamos peleado los últimos meses, pero esto no acaba aquí, a Chris le queda una vuelta de carrera a pie. De aquí no se va nadie hasta que el ultimo cruza la meta, Chris aparece en el campo de fútbol enfilando la meta y todos corremos a su lado, en esos metros no había cansancio, ni dolor, los 4 estábamos en meta. Sin conocernos en persona, meses atrás, nos aventuramos en este viaje en el que nos hemos solucionamos dudas unos a otros, nos hemos apoyado en entrenos duros, en días de bajón y cuando parecía que no lo conseguiríamos. Solo nos hemos visto un día y medio y con la competición por medio, pero esta claro que la visión conjunta del deporte que tenemos los 4 nos va a llevar a compartir muchas pruebas en el futuro, quedan muchas "yonkipruebas" por correr, muchos kilómetros por compartir y muchas metas por cruzar.

fin de la aventura



Clasificaciones: masculina femenina

miércoles, 23 de julio de 2014

Confianza perdida

          Llevo dos meses sin escribir nada, y no es porque no haya habido alguna carrera de la que hacer crónica, que las ha habido, es más bien falta de ganas. La lesión en la rodilla me quito durante unos meses lo que más me gustaba y aún no ha terminado de devolvérmelo. Últimamente ya no disfruto entrenando como lo solía hacer por dos motivos, uno obviamente mis ritmos son más lentos de lo que estoy acostumbrado y el otro que no se me quita de la cabeza la lesión. Después de casi 4 años corriendo sin ninguna lesión, ahora esta me ha quitado toda la confianza que tenia en mi mismo, no dejo de preguntarme si no serán demasiados kilómetros, si he descansado suficiente, si hay mucho asfalto en el recorrido, esa molestia que he notado ¿qué será?... Cosas por las que nunca me había preocupado y que absorben mis pensamientos más de lo que me gustaría. Lo peor de todo es que las molestias no son imaginarias, la rodilla izquierda no se queja, pero llevo unos días que parece que la cadera y rodilla derecha si, otro jarro de agua fría.

          En menos de un mes tengo un medio Ironman, no estoy nada contento con como llego de preparación y ahora que pretendía intensificar entrenos para dar el ultimo empujón parece que tampoco va a poder ser. Nadando y en bici estoy en el montón (siendo optimistas) y para el sector de carrera a pie que debería ser mi fuerte no llego ni de lejos en las mejores condiciones, no hace falta ser muy listo para ver que no me va a ir muy bien. Por ahora entrenaré más bici y natación donde no tengo molestias y esperaré a ver como evoluciona la cosa.

           También tenia a la vista la maratón de Zaragoza a finales de septiembre, aún no estoy inscrito, pero la intención era correrla y voy a tener que despedirme, llevo muchísimo tiempo sin enganchar 2 semanas buenas de entrenamiento seguidas y prefiero no correr que no llegar preparado.

          Espero que la cosa mejore y que me esté pasando de pesimista y mi próxima entrada pueda ser una crónica sobre el medio Ironman diciendo que he terminado contento.

          Un saludo

jueves, 1 de mayo de 2014

Rock 'n' roll Madrid Maratón 2014

          Después de unos meses de muchas dudas, de mucho reposo, mucho fisio y poco entreno, parece que la rodilla respeta y después de todo estaré en Madrid, cuando me preguntan que tal estoy, respondo como una grabación: "espero que no me duela la rodilla, intentare hacer  3:30" intentare hacer 3:30, intentaré hacer 3:30.... no sé cuantas veces lo dije las semanas anteriores pero lo decía como un autómata, porque conseguí convencer a todo el mundo menos a mi mismo, en mi fuero interno sabia que el día de la carrera iría a por más, por más que me lo repitiera a mi mismo, alguna neurona se resistía a obedecer y mantenía la idea de que aun desentrenado, debería de dar más.


          Realmente lo que más miedo me da es el no haber hecho el entrenamiento mental más que el entrenamiento físico, llevo varios meses sin decirle a mis piernas que hasta que no se cruza la meta no se para, se pongan como se pongan, necesito esa conversación interna en las tiradas largas prometiéndome y mintiéndome una y otra vez diciendo que solo un kilómetro más, solo un minuto más, solo una zancada más. La cabeza tiene un mecanismo de autoprotección que nos hace olvidar los malos momentos o por lo menos los suaviza, si echo la vista atrás me digo a mi mismo que podía haber apretado más en los kilómetros finales de la maratón de Zaragoza, que tampoco estaba sufriendo tanto y esto me hace creer que no sufriré. También el ego tuvo mucho que decir aquí, "¿cómo yo que he hecho una maratón en 3:20 voy a hacerla ahora tan lento?" ¿lento? ¿3:30 lento? haber acabado bastante entero y prácticamente en el tiempo objetivo en mi primera maratón me hizo confiarme y eso fue la preinscripción al club de "yo me la pegué en la segunda", el resto de la solicitud de ingreso la rellené en los momentos previos y al principio de la carrera.

          A pesar de no estar muy metido en la carrera el ritual de antes de dormir y el de desayunar si que los cumplo, aunque esté en Madrid, estoy en casa de mis tíos y al fin y al cabo es como estar en casa. Por la noche dejo todo preparado para no hacer mucho ruido por la mañana y sin ninguna prisa por dormir me tumbo en la cama con las piernas en alto, echo un vistazo al twitter y recibo los últimos consejos y mensajes de animo de una buena maratoniana, Isa (la morena de @BecomeFinisher ¿a qué esperáis para seguirlas?) y a dormir. A las 6 suena el despertador, mientras espero a Sergio(@Pitufollow) en la cocina parece que empiezo a ser algo más consciente de que en unas horas me enfrentaré a mi segunda maratón. El desayuno de siempre, los experimentos con gaseosa, ducha fría y el ritual de vestirse.


           A las 7 estamos cogiendo ya el tren para llegar pronto y evitar aglomeraciones e intentar vernos con algún tuitero al que no conocemos en persona antes de la salida. Al final se no hace un poco más tarde de lo planeado en el guardarropa y no llegamos a la quedada pero por suerte pude conocer a Ángel(@contadordekm), Esteban(@elraso76) y Alberto(@AlbBarrantes).



          Error nº1 del día, apretarme las zapatillas de forma diferente a como lo suelo hacer y demasiado fuerte, luego lo pagaré. Error nº2 torcerme el tobillo bajando unos escalones en el retiro y darme un buen susto gusto antes de la salida, a ver si ahora que parece que la rodilla da tregua me voy a cargar el tobillo. Después de deshacernos del exceso de liquido que hemos bebido en las horas previas, véase la meadita del miedo, Sergio y yo nos dirigimos al primer cajón casi sin calentar. Hace frío y yo llevo una camiseta encima que me quitare cuando entre en calor.


          Pistoletazo de salida, nunca he estado en una carrera tan multitudinaria pero la salida no es muy caótica y no nos arrastra la marea de gente, podemos llevar nuestro ritmo, la idea inicial es ir entre los globos de 3:15 y 3:30, el primer km sale un poco lento pero en seguida encontramos nuestro ritmo. en el km3 me quito la camiseta de calentamiento y se la tiro a unas fans que gritan como locas cuando me ven pasar(mentira), al principio se quedaron flipando.


          En el km5 me veo muy cómodo y veo que la rodilla no se queja y me intento acercar un poco al globo de 3:15 que nos ha ido cogiendo algunos metros.No me cuesta demasiado tiempo ni esfuerzo recuperar la distancia que me separaba y una vez en el grupo me noto frenado y quiero ir a más. Este ritmo es para el que entrene en mi debut y ya era un ritmo exigente para mi, sé que no debería ir tan rápido pero por algún motivo que sigo sin entender, sabia el error que estaba cometiendo pero no le ponía remedio, tanto es así, que entre el km10 y el 15 hago media de 4:16 (ritmo de 3h:00') la gente anima muchísimo en esta parte del recorrido y las piernas me van solas, con una sonrisa en la cara y mi cabeza va por libre, sigo sin poner remedio a este desgaste de fuerzas innecesario.


         Llega la media maratón y la paso en 1h:35' y aún voy bien de fuerzas pero me empiezan a doler los pies por haberme apretado demasiado las zapatillas y la rodilla parece que quiere molestar. En el km 25 Sergio se empareja conmigo y después de compartir impresiones durante unos metros sigue para delante, quiero seguirle y no puedo.


           Bravo Javier, km25 y ya te flaquean las piernas, eres un estratega consumado, el muro 10km antes que la otra vez. Bajo un poco el ritmo y durante un par de kilómetros eso me hace sentir mejor, pero por el km 30 los pies me están matando, ya empiezo a luchar mentalmente para no pararme porque cada pisada en el suelo es una tortura, me digo que el ritmo ya da igual, ahora el desafío es no pararme a andar, ya hemos entrado en la casa de campo y hay quien aprovecha para esconderse entre los arbustos para plantar un pino. Llega el km 32 cruzando el río y mis piernas se paran, camino unos metros y los ánimos del publico me hacen correr otra vez. Ahora ya no tengo ningún objetivo que me motive a seguir el carrera, el crono corre mas deprisa que yo y ya he parado a andar, decido que ya que me he parado, más útil seria parar para aflojarme las zapatillas un poco a ver si me alivia el dolor. En ese momento pasa un compañero andando lesionado y nos animamos mutuamente a correr otra vez pero su rodilla aun está peor que la mía y no consigue correr mas de medio kilómetro y me paro con él, ya que el me ha animado a arrancar ahora no quiero dejarle (mandamientos 7 y 9 del tractorismo) después de 2km de mucho andar y poco correr me dice que me vaya porque yo si que puedo correr más, de fuerzas va sobrado y piensa llegar andando sin forzar hasta el final así que me despido y me voy.


          En unos 2-3km deben de estar mis tios y mis primos para animarme así que nada de parar hasta donde estén ellos. Estos kilómetro me echo a mi mismo una bronca monumental, me estoy sometiendo a mi mismo al peor castigo físico que he sufrido hasta ahora por esa puta "estrategia" suicida, estoy sufriendo innecesariamente, ya me ha pasado el globo de 3:30, ese que me parecía tan "lento" antes de la salida, que boca más grande. Me digo a mi mismo que cuando me den la medalla no la tendré a la vista, ira al fondo de un cajón porque este maratón no cuenta, a un maratón se viene a correr no a andar. El dolor de rodilla se va acentuando a cada kilómetro que unido al de los pies está convirtiendo la carrera en un calvario y por si fuera poco estos kilómetros son todos en subida, llevo cara de sufrimiento, me caen lagrimas de dolor, de impotencia, de rabia, de frustración pero sigo avanzando, llega un momento en el que me hago a la idea de que ya no voy a ver a mis tíos, como estoy tardando mas de la cuenta habrán ido ya a meta creyendo que ya he pasado, sin esa motivación y con una cuesta arriba enorme ante mis ojos vuelvo a parar a caminar unos metros, pero ya estamos en el km40 así que mi objetivo es correr solo esos 2km y 195m, consigo llegar a meta sin parar y al final con un tiempo de 3:48:33, la tortura se ha acabado. Aunque haya terminado, Madrid me ha ganado, me ha bajado los humos y me ha demostrado la insignificante que soy ante la grandeza del maratón.


          Con el paso de las horas y los días me he perdonado a mi mismo, si es verdad que el planteamiento de carrera fue una locura, pero lo que más la puso cuesta arriba fue la rodilla, un mes antes no pensaba que fuera a poder correr, no estaba en las mejores circunstancias para un maratón y seguramente sin dolores podría haber corrido toda la carrera. De todas formas me queda un sentimiento de revancha, no el año que viene, pero volveré a Madrid y reiré en los kilómetros que me hicieron llorar.