jueves, 1 de mayo de 2014

Rock 'n' roll Madrid Maratón 2014

          Después de unos meses de muchas dudas, de mucho reposo, mucho fisio y poco entreno, parece que la rodilla respeta y después de todo estaré en Madrid, cuando me preguntan que tal estoy, respondo como una grabación: "espero que no me duela la rodilla, intentare hacer  3:30" intentare hacer 3:30, intentaré hacer 3:30.... no sé cuantas veces lo dije las semanas anteriores pero lo decía como un autómata, porque conseguí convencer a todo el mundo menos a mi mismo, en mi fuero interno sabia que el día de la carrera iría a por más, por más que me lo repitiera a mi mismo, alguna neurona se resistía a obedecer y mantenía la idea de que aun desentrenado, debería de dar más.


          Realmente lo que más miedo me da es el no haber hecho el entrenamiento mental más que el entrenamiento físico, llevo varios meses sin decirle a mis piernas que hasta que no se cruza la meta no se para, se pongan como se pongan, necesito esa conversación interna en las tiradas largas prometiéndome y mintiéndome una y otra vez diciendo que solo un kilómetro más, solo un minuto más, solo una zancada más. La cabeza tiene un mecanismo de autoprotección que nos hace olvidar los malos momentos o por lo menos los suaviza, si echo la vista atrás me digo a mi mismo que podía haber apretado más en los kilómetros finales de la maratón de Zaragoza, que tampoco estaba sufriendo tanto y esto me hace creer que no sufriré. También el ego tuvo mucho que decir aquí, "¿cómo yo que he hecho una maratón en 3:20 voy a hacerla ahora tan lento?" ¿lento? ¿3:30 lento? haber acabado bastante entero y prácticamente en el tiempo objetivo en mi primera maratón me hizo confiarme y eso fue la preinscripción al club de "yo me la pegué en la segunda", el resto de la solicitud de ingreso la rellené en los momentos previos y al principio de la carrera.

          A pesar de no estar muy metido en la carrera el ritual de antes de dormir y el de desayunar si que los cumplo, aunque esté en Madrid, estoy en casa de mis tíos y al fin y al cabo es como estar en casa. Por la noche dejo todo preparado para no hacer mucho ruido por la mañana y sin ninguna prisa por dormir me tumbo en la cama con las piernas en alto, echo un vistazo al twitter y recibo los últimos consejos y mensajes de animo de una buena maratoniana, Isa (la morena de @BecomeFinisher ¿a qué esperáis para seguirlas?) y a dormir. A las 6 suena el despertador, mientras espero a Sergio(@Pitufollow) en la cocina parece que empiezo a ser algo más consciente de que en unas horas me enfrentaré a mi segunda maratón. El desayuno de siempre, los experimentos con gaseosa, ducha fría y el ritual de vestirse.


           A las 7 estamos cogiendo ya el tren para llegar pronto y evitar aglomeraciones e intentar vernos con algún tuitero al que no conocemos en persona antes de la salida. Al final se no hace un poco más tarde de lo planeado en el guardarropa y no llegamos a la quedada pero por suerte pude conocer a Ángel(@contadordekm), Esteban(@elraso76) y Alberto(@AlbBarrantes).



          Error nº1 del día, apretarme las zapatillas de forma diferente a como lo suelo hacer y demasiado fuerte, luego lo pagaré. Error nº2 torcerme el tobillo bajando unos escalones en el retiro y darme un buen susto gusto antes de la salida, a ver si ahora que parece que la rodilla da tregua me voy a cargar el tobillo. Después de deshacernos del exceso de liquido que hemos bebido en las horas previas, véase la meadita del miedo, Sergio y yo nos dirigimos al primer cajón casi sin calentar. Hace frío y yo llevo una camiseta encima que me quitare cuando entre en calor.


          Pistoletazo de salida, nunca he estado en una carrera tan multitudinaria pero la salida no es muy caótica y no nos arrastra la marea de gente, podemos llevar nuestro ritmo, la idea inicial es ir entre los globos de 3:15 y 3:30, el primer km sale un poco lento pero en seguida encontramos nuestro ritmo. en el km3 me quito la camiseta de calentamiento y se la tiro a unas fans que gritan como locas cuando me ven pasar(mentira), al principio se quedaron flipando.


          En el km5 me veo muy cómodo y veo que la rodilla no se queja y me intento acercar un poco al globo de 3:15 que nos ha ido cogiendo algunos metros.No me cuesta demasiado tiempo ni esfuerzo recuperar la distancia que me separaba y una vez en el grupo me noto frenado y quiero ir a más. Este ritmo es para el que entrene en mi debut y ya era un ritmo exigente para mi, sé que no debería ir tan rápido pero por algún motivo que sigo sin entender, sabia el error que estaba cometiendo pero no le ponía remedio, tanto es así, que entre el km10 y el 15 hago media de 4:16 (ritmo de 3h:00') la gente anima muchísimo en esta parte del recorrido y las piernas me van solas, con una sonrisa en la cara y mi cabeza va por libre, sigo sin poner remedio a este desgaste de fuerzas innecesario.


         Llega la media maratón y la paso en 1h:35' y aún voy bien de fuerzas pero me empiezan a doler los pies por haberme apretado demasiado las zapatillas y la rodilla parece que quiere molestar. En el km 25 Sergio se empareja conmigo y después de compartir impresiones durante unos metros sigue para delante, quiero seguirle y no puedo.


           Bravo Javier, km25 y ya te flaquean las piernas, eres un estratega consumado, el muro 10km antes que la otra vez. Bajo un poco el ritmo y durante un par de kilómetros eso me hace sentir mejor, pero por el km 30 los pies me están matando, ya empiezo a luchar mentalmente para no pararme porque cada pisada en el suelo es una tortura, me digo que el ritmo ya da igual, ahora el desafío es no pararme a andar, ya hemos entrado en la casa de campo y hay quien aprovecha para esconderse entre los arbustos para plantar un pino. Llega el km 32 cruzando el río y mis piernas se paran, camino unos metros y los ánimos del publico me hacen correr otra vez. Ahora ya no tengo ningún objetivo que me motive a seguir el carrera, el crono corre mas deprisa que yo y ya he parado a andar, decido que ya que me he parado, más útil seria parar para aflojarme las zapatillas un poco a ver si me alivia el dolor. En ese momento pasa un compañero andando lesionado y nos animamos mutuamente a correr otra vez pero su rodilla aun está peor que la mía y no consigue correr mas de medio kilómetro y me paro con él, ya que el me ha animado a arrancar ahora no quiero dejarle (mandamientos 7 y 9 del tractorismo) después de 2km de mucho andar y poco correr me dice que me vaya porque yo si que puedo correr más, de fuerzas va sobrado y piensa llegar andando sin forzar hasta el final así que me despido y me voy.


          En unos 2-3km deben de estar mis tios y mis primos para animarme así que nada de parar hasta donde estén ellos. Estos kilómetro me echo a mi mismo una bronca monumental, me estoy sometiendo a mi mismo al peor castigo físico que he sufrido hasta ahora por esa puta "estrategia" suicida, estoy sufriendo innecesariamente, ya me ha pasado el globo de 3:30, ese que me parecía tan "lento" antes de la salida, que boca más grande. Me digo a mi mismo que cuando me den la medalla no la tendré a la vista, ira al fondo de un cajón porque este maratón no cuenta, a un maratón se viene a correr no a andar. El dolor de rodilla se va acentuando a cada kilómetro que unido al de los pies está convirtiendo la carrera en un calvario y por si fuera poco estos kilómetros son todos en subida, llevo cara de sufrimiento, me caen lagrimas de dolor, de impotencia, de rabia, de frustración pero sigo avanzando, llega un momento en el que me hago a la idea de que ya no voy a ver a mis tíos, como estoy tardando mas de la cuenta habrán ido ya a meta creyendo que ya he pasado, sin esa motivación y con una cuesta arriba enorme ante mis ojos vuelvo a parar a caminar unos metros, pero ya estamos en el km40 así que mi objetivo es correr solo esos 2km y 195m, consigo llegar a meta sin parar y al final con un tiempo de 3:48:33, la tortura se ha acabado. Aunque haya terminado, Madrid me ha ganado, me ha bajado los humos y me ha demostrado la insignificante que soy ante la grandeza del maratón.


          Con el paso de las horas y los días me he perdonado a mi mismo, si es verdad que el planteamiento de carrera fue una locura, pero lo que más la puso cuesta arriba fue la rodilla, un mes antes no pensaba que fuera a poder correr, no estaba en las mejores circunstancias para un maratón y seguramente sin dolores podría haber corrido toda la carrera. De todas formas me queda un sentimiento de revancha, no el año que viene, pero volveré a Madrid y reiré en los kilómetros que me hicieron llorar.









2 comentarios:

  1. Que importante es mantener la cabeza fría en los momentos de subidón anímico para cuando venga Paco con las rebajas. Aún así supiste vencer a la adversidad y cruzar la línea de Meta. Un consejo, no guardes esa medalla en un cajón, lúcela con orgullo que un Maratón, aunque hayas caminado en algún momento, no lo hace cualquiera.

    Un abrazo y muchas felicidades por tu Segundo.

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    1. Ya se me ha pasado el cabreo y la medalla está bien a la vista de todos ;)
      espero que la próxima vez que me apetezca tirar me acuerde de esto y guarde fuerzas.
      muchas gracias y un saludo.

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