viernes, 4 de septiembre de 2015

¿qué puedo hacer?

Llevamos un tiempo recibiendo diariamente noticias devastadoras de como sirios intentan huir de la guerra que se libra en su país y nadie les tiende la mano. Ayer la foto de un niño de solo 3 años, ahogado  en la playa, daba la vuelta al mundo. Esa foto retumbó en mi conciencia en cuanto la vi y me hizo pensar muchas cosas que hasta ahora no había pensado. La primera cosa que pensé es ¿qué puedo hacer? ¿como puedo tomar parte a favor del indefenso en esta situación de injusticia? En seguida me di cuanta de que no es fácil hacer algo, en eso nos terminamos escudando siempre, "yo haría algo si pudiera, pero no puedo, tienen que hacerlo otros" y es verdad, que hay gente que puede hacer mucho y no lo hace, pero el mayor error es no hacer nada, pensando lo poco que se puede hacer. Pronto me di cuenta de que quizá incluso fuera verdad que no podía hacer nada en absoluto para mejorar esa situación, pero ¿y otras? esa, desgraciadamente, no es la única situación de injusticia que se vive ahora mismo en el mundo. Puedes dedicarte al voluntariado para ayudar a los más necesitados en tu ciudad. El voluntariado, que nunca había atraído mi atención, hoy se me plantea como un primer paso a dar. Quizá en nuestras vidas modernas, tan ajetreadas no tengamos tiempo para eso, por lo que aún he querido simplificar más, hay quien creerá que demasiado, pero todos los viajes, por largos que sean, empiezan con un primer paso. 

Debido a mi entrenamiento en aikido, creo ciegamente en el KI, la energía interna de cada persona y la forma en la que la utilizamos, nuestra energía puede ser tariki, el “ki creativo”, feliz, pacífico, alegre, expansivo, inclusivo, alegre y fluido, que surge desde el corazón o puede ser yoriki, el “ki nefasto”, destructivo, egocentrado, impetuoso, individualista, tendente a la agresividad e incluso a la violencia. Al que le interese, estaré encantado de hablarle sobre los ensayos de Masaru Emoto, sobre la leyenda del satsujin-To y el Katsukji-Ken u otras en las que se ve claramente como influye nuestra energía y la forma en la que la utilizamos en todo lo que nos rodea.

La energía es neutral, somos nosotros los que le damos uso, puede alimentar una incubadora o una silla eléctrica, un rayo de sol puede alimentar una planta de apio o de opio. Así, que para empezar, lo que voy a hacer es controlar la energía que emito, hacia los demás y hacia mi mismo.

El trabajo a desarrollar es muy fácil, va a ser un trabajo personal, pero invito a todo el que quiera a que se una conmigo. Un día sin conversaciones nocivas, un día sin insultos, sin juzgar a nadie, un día ayudando, con grandes cosas o con simples gestos, a tus familiares y amigos o a un completo desconocido por la calle, un día agradeciendo de corazón, perdonando.... Si no lo consigues un día, lo vuelves a intentar al día siguiente y si lo consigues, verás que merece la pena hacerlo un día más.

Recuerdo que la ultima vez que me propuse hacer esto, hace ya un tiempo, una cosa que hacia, (mira que tontería) era sujetar la puerta de la biblioteca a la gente en las situaciones en que no estaría mal visto no sujetarla porque la persona aún está un poco lejos, lo hacia sin esperar nada a cambio, sujetaba la puerta con una sonrisa y si me daban las gracias, contestaba que de nada. Unos días después, iba a entrar yo a la biblioteca y un chico me sujetó la puerta cuando yo aún me encontraba a unos cuantos metros, cuando le dí las gracias me contestó que me estaba devolviendo el favor. Yo no me acordaba de él porque le sujeté la puerta a mucha gente, pero supongo que unos días antes yo le sujete la puerta y como es algo tan raro hoy en día, le chocó, le marcó y me quiso devolver el favor cuando tuvo la oportunidad. un claro ejemplo de que recibes la energía que entregas y de que un pequeño gesto puede hacer cambiar a otra persona con tu ejemplo.

 Sé que hay casos en los que no, hay veces que das y das y nadie parece agradecértelo, pero si piensas en el bien que te hace a ti, te da igual. Habrá días que será muy difícil evitar comentarios o pensamientos negativos, pero con practica se consigue poner una sonrisa y no dejar que la energía negativa nos afecte. Hay que empezar por evitar esos corrillos en los que se pone verde al jefe o a un compañero, pensamientos como "ya está aquí el pesado este", "este tio es idiota" "mira que pintas lleva esa" y un largo etcétera, cada uno esta librando su propia batalla y no conocemos sus motivos para comportarse de una manera determinada, pero si nosotros queremos actuar de esta forma debemos de ser fuertes, es el camino del guerrero, poner una sonrisa cuando alguien te da con la puerta en las narices y perdonarle, mantener la calma al conducir aunque un "idiota" te haya hecho una jugada,  olvidar todos los prejuicios hacia esa persona que no soportas e intentar de verdad conocerla, simplemente EMPATÍA, esa palabra que todo el mundo sabe lo que significa, pero que cada vez se utiliza menos.

Es un trabajo muy simple y parece que no vaya a cambiar nada, el mundo va a seguir siendo ese sitio horroroso en el que hay "hombres" que matan a sus mujeres, personas que matan a otras por no pensar como ellos, personas carentes de cualquier rastro de humanidad en su corazón que se aprovechan de sus semejantes dejándolos hundidos en la miseria, gente que mirará hacia otro lado cuando este en su mano detener una situación de injusticia, pero si quieres cambiar el mundo, empieza por cambiarte a ti mismo. 

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