Llevo dos meses sin escribir nada, y no es porque no haya habido alguna carrera de la que hacer crónica, que las ha habido, es más bien falta de ganas. La lesión en la rodilla me quito durante unos meses lo que más me gustaba y aún no ha terminado de devolvérmelo. Últimamente ya no disfruto entrenando como lo solía hacer por dos motivos, uno obviamente mis ritmos son más lentos de lo que estoy acostumbrado y el otro que no se me quita de la cabeza la lesión. Después de casi 4 años corriendo sin ninguna lesión, ahora esta me ha quitado toda la confianza que tenia en mi mismo, no dejo de preguntarme si no serán demasiados kilómetros, si he descansado suficiente, si hay mucho asfalto en el recorrido, esa molestia que he notado ¿qué será?... Cosas por las que nunca me había preocupado y que absorben mis pensamientos más de lo que me gustaría. Lo peor de todo es que las molestias no son imaginarias, la rodilla izquierda no se queja, pero llevo unos días que parece que la cadera y rodilla derecha si, otro jarro de agua fría.
En menos de un mes tengo un medio Ironman, no estoy nada contento con como llego de preparación y ahora que pretendía intensificar entrenos para dar el ultimo empujón parece que tampoco va a poder ser. Nadando y en bici estoy en el montón (siendo optimistas) y para el sector de carrera a pie que debería ser mi fuerte no llego ni de lejos en las mejores condiciones, no hace falta ser muy listo para ver que no me va a ir muy bien. Por ahora entrenaré más bici y natación donde no tengo molestias y esperaré a ver como evoluciona la cosa.
También tenia a la vista la maratón de Zaragoza a finales de septiembre, aún no estoy inscrito, pero la intención era correrla y voy a tener que despedirme, llevo muchísimo tiempo sin enganchar 2 semanas buenas de entrenamiento seguidas y prefiero no correr que no llegar preparado.
Espero que la cosa mejore y que me esté pasando de pesimista y mi próxima entrada pueda ser una crónica sobre el medio Ironman diciendo que he terminado contento.
Un saludo